NO HAGAS NADA POR VANAGLORIA

No hagan nada por contienda o por vanagloria. Al contrario, háganlo con humildad y considerando cada uno a los demás como superiores a sí mismo. (Filipenses 2:3 RVC)

¿Qué es Contienda? ¿Qué quiere decir el Apóstol Pablo cuando dice no hagas nada por contienda? Está aconsejando a la iglesia que lo que hagamos no debe de ser para causar contienda, ni para causar problemas en otros. Lo que yo haga no debe de ser para causar polémica, ni para impresionar, ni para herir a otros, porque no somos llamados a eso.

¿Qué es Vanagloria? Hacer algo por apantallar a otros.
Algunos a veces podemos llegar a hacer algo sólo por mostrar que sabemos más que los demás.
Nada, absolutamente nada de lo que yo haga para Dios, o para la gente, o para mi familia, o para mí misma, lo quiero hacer por vanagloriarme ¡nunca!

Mira lo que sigue después de este consejo del apóstol:

No mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. (Filipenses 2:4 RVR1960)

No debo hacer las cosas por mi propio beneficio, sino por el de mis hermanos.
El consejo es: Que cuando hagas algo para Dios, o para la gente, debe de ser de la siguiente manera:

Siempre buscando el beneficio de mi hermano, haciendo que mis compañeros queden bien, nunca debe tratarse de mí. No debo dar la impresión de que yo soy la mejor, que yo soy la única, que sólo yo lo hago bien, que sólo yo soy imprescindible.

Porque de todos esos horribles errores, a veces nosotros no nos damos cuenta de que son obvios para los demás, ellos lo ven, lo saben, y por eso muchas veces nos convertimos en personas aburridas para las personas a nuestro alrededor.

Nadie quiere a una persona cerca con las características que el apóstol Pablo describe. “Aquellos que buscamos sólo lo nuestro, sólo lo que yo digo, sólo lo que yo pienso, sólo mis aportaciones son importantes, sólo lo que yo hago es bueno, los demás no sirven, no saben, no pueden o no son inteligentes, etc.” eso es lo que damos a conocer a los demás cuando tenemos una actitud así.

Mi oración:

Señor, quiero ser como tú, quiero aprender a darle el crédito siempre a los demás, quiero darles a saber que los necesito, hacerles saber que siempre tengo la disposición de aprender de ellos, y que ellos son valiosos para mí, y que tienen lo que yo no tengo, y que ellos saben lo que yo no sé, que ellos pueden hacer lo que yo no sé hacer, que ellos pueden ir donde yo no puedo ir. Porque Dios nos dio habilidades diferentes, y nos necesitamos los unos a los otros, todos somos un equipo, y debemos aportar, compartir y trabajar en equipo. Recuérdame siempre esto todos los días Señor, por favor, que no se me olvide que yo no lo sé todo, que no lo tengo todo, que soy parte de un equipo donde todos nos ayudamos los unos con los otros. ¡Amén!