LAS EXPERIENCIAS DE LA VIDA Y SUS FRUTOS

A lo largo de mis años de vida, he experimentado lo que menciona el apóstol Pablo en este pasaje: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” (Filipenses 4:8 RVR1960)
Entiendo profundamente lo que Jesús quiso decir cuando afirmó: “Todo lo que el hombre siembra, eso cosechará.”
Mi querida madre no tuvo mucha educación formal o una carrera profesional en el ámbito social, ya que se casó con mi padre y se dedicó a cuidar de su hogar, de mí y de mis hermanos. Sin embargo, sobrepasaba a muchos en sabiduría, amor, y todo lo que la Palabra de Dios enseña.
Ella fue una mujer dedicada y comprometida a instruirnos en los caminos de Dios. Escudriñaba las Escrituras y oraba todos los días, todas las noches, y en todo momento: a solas, en la iglesia, con nosotros, con la gente, y por su familia.
Siempre nos recordaba, aconsejaba e instruía con estas palabras: “Acuérdense, hijos, que con la medida que miden, se les medirá. Ojo por ojo; lo que no quieres para ti, no lo quieras para el otro. Nunca olvidé estos consejos”.
Y aunque a veces me equivoco, no soy perfecta, y cuando estoy cansada puedo decir cosas que no son, recordar estos consejos siempre me ayuda mucho.
Las palabras del apóstol Pablo también me hacen meditar constantemente en ¿Qué tan verdadera, justa, honesta, amable, pura y virtuosa soy? ¿Qué testimonio estoy proyectando? ¿Qué estoy diciendo con mi boca y con mi vida?
Hagámonos estas preguntas: ¿Es digno y justo delante de Dios lo que pienso, digo y hago respecto a los demás? ¿Qué tan puro es eso que pienso, digo y hago sobre los demás? ¿Qué hay en mi corazón? ¿Cuánta virtud hay en lo que pienso de mis hermanos? ¿Lo que digo de ellos honra a Dios? ¿Es digno de alabanza?

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” (Filipenses 4:8 RVR1960)

Esto es algo para meditar hoy. La Palabra nos dice que algunos están enfermos, otros débiles, otros con muchos problemas, otros con muchos enemigos, y muchos ya no están entre nosotros. Esto es consecuencia de practicar lo contrario a lo que enseña la Palabra, sin pensar bien en los demás.
La Santa Cena nos recuerda todo esto, y qué mejor ejemplo y palabras que estas:

“Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros, y muchos duermen. Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados.” (1 Corintios 11:30-31 RVR1960)

Tiempo para meditar:

¿Estoy sembrando en mi vida lo que quiero cosechar? ¿Mis acciones reflejan los principios de Dios?
¿Cómo puedo mejorar la pureza y la justicia de mis pensamientos y acciones hacia los demás?
¿En qué áreas de mi vida necesito meditar más para alinear mis palabras y acciones con la voluntad de Dios?

Privacy Overview

This website uses cookies so that we can provide you with the best user experience possible. Cookie information is stored in your browser and performs functions such as recognising you when you return to our website and helping our team to understand which sections of the website you find most interesting and useful.