LA RECOMPENSA DE SERVIR A DIOS
Siempre me encanta declarar esta promesa a los que trabajan fielmente en la obra del Señor, es una promesa preciosa a sus fieles servidores y yo la declaro constantemente sobre ellos:
¡Pero, se requiere algo más allá del servicio! Aquí no habla de recibirla así de fácil. El servicio agrada mucho a Dios y tiene promesas de bendición ¡Todo lo que hacemos trae su recompensa! Pero, el apóstol no se queda atorado solo en esa promesa, él continúa hablando en este capítulo de que no se trata solo de servir por un tiempo, de que no solo es servir; sino, de ser fieles, íntegros, puros, santificados, y justos mientras servimos, hasta el final de nuestros días.
Por eso es que muchas personas no creen en los cristianos, porque su vida es un desastre constante y no parecen ser hijos de Dios que cuentan con su bendición basada en hebreos 6:10
Muchas personas se quejan de todo lo que les pasa constantemente y dicen: “¡Y tanto que le sirvo y le doy a Dios!” El servicio y el dar es muy bueno, pero, hasta la gente sin Dios, los ateos, los brujos o cualquier persona que no crea o sirva a Dios, sirve en su comunidad.
¡Los cristianos debemos ir más allá del servicio! Debe estar envuelta la santidad, la justicia y el amor, pero, no solo por cortos periodos de tiempo como algunos tienen por costumbre, de aparecerse por temporadas, o solo en semana santa o solo en Navidad o solo cuando les pasó algo.
El secreto es que lo que hacemos lo hacemos para Dios. ¡Cuando servimos, servimos a Dios! ¡La recompensa la esperamos de Dios! Cuando servimos a otros no esperamos que nos devuelvan nada ¡Esperamos en Dios!
El cristiano debe servir hasta la venida de Cristo, viviendo alineados a Dios en santidad, con temor y temblor cuidando nuestra salvación todos los días, porque la vida es difícil y las tentaciones están al frente nuestro como la serpiente en el árbol del edén.
Es una batalla de cada día y hay que tener claridad y convicción de quiénes somos en Dios y saber lo que espera Dios de nosotros para recibir sus bendiciones como las que Él declara sobre Abraham, Moisés, David, etc.
Así que, si has dejado de lado tu servicio, si te has apartado de Dios, si estás lejos de tus hermanos y de la gran familia en Dios ¡Te estás perdiendo de mucho! Pero, mientras el Señor todavía no regresa ¡Estás a tiempo de integrarte! porque Él no retarda su venida.
Tiempo para meditar:
¿Cómo es tu servicio a Dios?
¿Has sido constante sirviéndole a Dios?
¿En qué área necesitas alinearte con Dios?