EN TIEMPO DE ANGUSTIA
“En mi angustia invoqué al Señor; llamé a mi Dios, y él me escuchó desde su templo; ¡mi clamor llegó a sus oídos!” (2 Samuel 22:7 NVI)
No hay nada tan valioso como las promesas de Dios para nuestras vidas.
El mundo puede ofrecer muchas cosas, placeres, diversión, conocimiento, etc. Pero, no siempre tienen la solución a nuestras necesidades, el mundo puede ofrecer paz, gozo y salud de manera temporal, pero la verdadera y permanente paz, gozo y esperanza en medio de la prueba solo proviene de nuestro Señor Jesús.
En el mundo vemos personas que tienen muchas cosas materiales, tienen poder y fama, pero muchos de ellos no tienen ni felicidad, ni paz, ni gozo, siempre están en continuo dolor, preocupación o ansiedad.
Pero nosotros los hijos de Dios tenemos a nuestro Señor, nuestro Salvador y la ayuda del Espíritu Santo para momentos de crisis. Cuando ya no podemos en nuestras fuerzas corremos a Dios, nuestro pronto auxilio en la tribulación. Por eso nos dejó su Palabra y sus Promesas, para que cuando ya no podamos, el Espíritu Santo interceda por nosotros y nos guie a orar como conviene.
Si no encontramos consuelo podemos ir a su Palabra, si estás angustiado, ¡no estás solo! Busca la ayuda en Dios, en el Espíritu Santo, en su Palabra, y con los hermanos de la fe. ¡Fortalécete allí, allí encuentras reposo, allí encuentras descanso, allí recibes tu milagro!
Oración:
Señor Jesús hoy te pido que me ayudes en tiempo de angustia, escucha mi clamor y extiende tu mano hacia mí, socórreme, rescata del hoyo mi vida y muéstrame tu camino.
Algo para pensar
- ¿Has estado atravesando un momento difícil que te ha llenado de angustia?
- ¿Cómo estás enfrentando esa situación?
- ¿Qué necesitas hacer para recibir la paz y la fuerza para seguir adelante?