DIOS SIEMPRE ESTÁ CON NOSOTROS
Las respuestas en las situaciones cruciales o difíciles no siempre son favorables o como la esperamos. No siempre se ora con agradecimiento o con gozo, porque hay momentos de momentos en la vida en los que se sufre y nadie queremos pasar por ahí.
El rey David, un rey hermoso, músico, compositor, adorador, intercesor, guerrero, escritor y mucho más, sus oraciones no siempre fueron inspiradoras, hermosas, de honra, de alegría o de agradecimiento. Algunas oraciones eran con dolor y pesar en su corazón, algunas veces con enojo, tristeza, falta de fe, con reclamos, etc. Hasta llegó a orar deseando que su enemigo se muriera.
En su oración intercesora muchas veces no sentía o veía a Dios cerca, no sentía que había respuesta, algunas veces se veía atribulado, cargado, enfermo, atacado y le reclamaba a Dios por ello: “¿Dónde estás? ¿No ves? ¿No te importa? ¿Que no ves que estoy angustiando? ¿No ves que me está doliendo? No tengo paz, no tengo reposo ¿Dónde estás? ¡Ni de día ni de noche he tenido respuestas!”
Pero ¡En verdad que Él siempre está con nosotros! Aún en las altas olas, en la quietud, en el dolor, en la tristeza, en la frustración, en el cansancio, en el enojo, etc. ¡Allí esta Él!
¿Por qué entonces nos sentimos solos y sin respuestas? Por el dolor, por las pruebas, las enfermedades, por lo duro de la vida, por la larga espera, etc. Es que a veces, en lo recio de las pruebas nos sentimos por los suelos, en lo más fuerte del dolor nos sentimos olvidamos por nuestro Dios y Padre; pero, Él está allí siempre presente ¡Él allí está!
Mi consejo:
No dudes.
No pierdas la fe.
No dejes de pedir.
No dejes de creer.
No te desanimes.
Él siempre está, Él siempre estará en tu dolor, Él cumple sus promesas; pero, no a nuestra forma, Él no responde como nosotros creemos que debe de ser y eso a veces no lo entendemos en nuestra mente finita. Esto es hablando de lo celestial, de lo espiritual y lo sobrenatural de la mente de Dios. No alcanzamos a conocer todo lo de Dios, pero Él responde. Somos nosotros los que a veces no sabemos recibir esas respuestas como algo que viene de Él.
Oro para que Dios te responda en tiempo de angustia, te dé paz, te consuele, te dé ánimo y fortaleza, en el nombre de Jesús nuestro salvador.
Tiempo para meditar.
¿Cómo son tus oraciones a Dios?
¿En qué momentos has pensado que Dios no te escucha?
¿Qué cambiaría en ti en los momentos difíciles al estar consciente de que Dios siempre está contigo?