CERREMOS LA PUERTA
Esperemos milagros cuando hemos orado, ayunado y nos hemos humillado ante Dios.
Dios escucha nuestras peticiones.
Dios ve nuestros sacrificios.
Dios desata cosas en el mundo espiritual que habían estado atoradas y las veremos llegar en su momento, junto con esos secretos que Él nos quiere revelar.
Pero, para eso necesitamos cerrarle la puerta al pecado, a la duda, al temor, a la desconfianza, a las malas mañas, a la crítica, etc.
No hablemos mal para no arruinar los planes hermosos de Dios y las respuestas divinas, y que no haya maldad en el camino que retenga nuestras respuestas.
Cambiemos de comportamiento y cambiemos los malos hábitos, porque esto repercutirá increíblemente en nuestra vida para bien; porque Dios como Padre siempre nos da lo mejor, pero se entristece cuando nosotros permitimos que el enemigo cruce por nuestras puertas.
Tiempo para meditar:
¿A qué necesitas cerrarle la puerta?
¿De qué oraciones estás esperando respuesta?
¿Qué cosas necesitas cambiar?