El Libro de Nuestras Vidas
“Entonces vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono, y se abrieron unos libros. Otro libro fue abierto, que es el libro de la vida.” Apocalipsis 20:12.
En nuestra fe, a menudo contemplamos la existencia de un libro divino donde se registran nuestras acciones, palabras y pensamientos. Este libro no es solo un registro pasivo, sino un testimonio de nuestras vidas ante Dios. Como seguidores de Cristo, reflexionar sobre este concepto puede enriquecer y profundizar nuestra jornada espiritual.
- Todo es visto y conocido por Dios
Nada escapa a la vista de Dios. Cada acción, cada palabra, y cada pensamiento son conocidos. Este conocimiento no debe infundirnos temor, sino un profundo respeto y amor hacia Dios, quien nos conoce completamente y aún así nos ama. - Nuestras acciones tienen un peso eterno
Lo que hacemos aquí y ahora resuena en la eternidad. Cada acto de bondad, cada gesto de amor y cada palabra de aliento están anotados y serán recordados. Vivir con esta conciencia puede motivarnos a actuar con integridad y amor. - La gracia de Dios cubre nuestras faltas
Aunque nuestras faltas y errores también están registrados, la gracia de Dios es suficiente para cubrirlos. El arrepentimiento y la redención son regalos divinos que borran nuestras transgresiones y nos restauran. - Una invitación a vivir conscientemente
Saber que nuestras vidas son registradas es una invitación a vivir de manera consciente y deliberada. Es un llamado a alinear nuestras acciones con los valores del reino de Dios, buscando no solo nuestro bien, sino el bien de los demás.
“Entonces vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante el trono, y se abrieron unos libros. Otro libro fue abierto, que es el libro de la vida.” Apocalipsis 20:12.
Tiempo para meditar:
- ¿Cómo cambia mi comportamiento el saber que todo es visto y conocido por Dios?
- ¿Qué acciones puedo emprender hoy que tengan un impacto positivo eterno?
- ¿Cómo puedo apoyarme más en la gracia de Dios para superar mis fallos?