DIOS HA SIDO BUENO
Este pasaje me recuerda mucho la historia de mi vida. A veces me pongo a pensar en el regocijo y la gratitud que este pueblo, que había sufrido tanto, debió haber sentido. Después de haber peregrinado por tanto tiempo y finalmente verse libres de toda esclavitud de sus enemigos, quizás ni siquiera podían creerlo.
Esto me lleva a ser agradecida, porque así es como llegamos o nos acercamos a Dios: esclavizados en un mundo tan cruel, lleno de dolor, engaño, traición, pobreza, heridas, cansancio y mucho más.
Dios ha sido bueno. Dios ha sido fiel. Dios ha sido justo. Dios nos ha amado como un verdadero Padre. Dios nos ha bendecido, y lo más hermoso: Dios nos ha sanado y nos ha hecho olvidar las tristezas y miserias de la vida.
Él es quien nos ha dado identidad, propósito y una hermosa asignación. Eso me llena de alegría y me permite vivir cada día con contentamiento. ¡Dios es mi todo!
Tiempo para meditar:
¿En qué momentos de tu vida has sentido que Dios te ha liberado de una situación difícil o dolorosa?
¿Cómo puedes expresar más gratitud a Dios por las bendiciones que has recibido?
¿De qué manera puedes compartir con otros el gozo y la alegría que sientes al reconocer la obra de Dios en tu vida?