LO QUE NO PODEMOS EVITAR ES TRABAJAR
Si eres de las personas que en ningún trabajo has sido feliz, más te vale que lo vayas disfrutando, porque es un hecho que hay que trabajar. ¡Necesitamos y tenemos que trabajar! Sobre ello está escrito esto:
Porque, incluso cuando estábamos con ustedes, les ordenamos: «El que no quiera trabajar, que tampoco coma». 2 Tesalonicenses 3:10
Así que ¡Disfrutemos nuestro trabajo! Hagámoslo con contentamiento, alegrémonos, comamos y agradezcamos a Dios porque tenemos trabajo, y porque no estamos en la condición donde muchos están, comiendo medido o muy pobremente; o como otros que esta noche quizá se acostarán sin nada en su estómago. Creo que nosotros tenemos demasiado, mucho más de lo que necesitamos. Durmamos esta noche agradeciendo a nuestro Señor por toda la abundancia de comida y por nuestro trabajo.
Y pensemos cómo podemos ayudar a los más necesitados, haciendo algo por otros y llevándoles felicidad con un plato de comida, sembrando un poco de lo mucho que recibimos. ¡Y seamos felices con lo que tenemos!
¡Duérmanse dando gracias al señor!
Declaro la presencia de Dios y activación de ángeles en sus casas, que sucedan milagros sobrenaturales y respuestas de Dios a sus vidas; y si hay enfermos en sus casas, que el Señor les sorprenda con sanidad en sus cuerpos mientras reposan dando gracias al Padre celestial por sus cuidados!
Tiempo para meditar:
¿De qué manera puedes encontrar alegría y satisfacción en tu trabajo diario?
¿Cómo puedes mostrar gratitud a Dios por el trabajo y la abundancia que tienes?
¿Qué acciones concretas puedes tomar para ayudar a los más necesitados en tu comunidad?