OREMOS Y NO CRITIQUEMOS
“Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. Quiero, pues, que en todas partes los hombres oren, levantando las manos al cielo con pureza de corazón, sin enojos ni contiendas”.1 Timoteo 2:1-2, 8
¡El mundo es un caos! No se puede confiar en nada y en nadie. Se ha perdido la armonía y la fe en las personas porque no hay seguridad, porque las autoridades y la gente de poder no cumplen sus promesas. Por lo que muchas personas están heridas y cuando miran una necesidad no hacen nada.
¿Qué podemos hacer nosotros? El apóstol Pablo nos aconsejó en ese pasaje que no hablemos mal, que no provoquemos a ira a nadie, que no nos irritemos, que no peleemos, que no ofendamos o insultemos cuando hay desacuerdos o diferencias en las formas de pensar relacionado con política o temas relacionados.
Dios nos aconseja que oremos, que levantemos nuestras manos a Él sin enojo ni peleas; es la manera como ellos serán ganados y conocerán a Dios a través de nuestras oraciones y testimonio, es la forma en que podemos vivir en paz de una manera digna y piadosa a través de las oraciones de nosotros los cristianos.
Pero no lo lograremos discutiendo, argumentando, juzgando o deseando mal por las diferencias de mentalidad, de métodos y formas de liderar a la hora de hablar de política y liderazgo.
Cambiemos ya esta cultura y mal ejemplo de crítica, de murmuración, de peleas y falta de respeto sobre los líderes en autoridad. Es Dios quien los juzgará por lo bueno o malo, es Él quien los posicionó, fueron puestos por Él, aunque a veces no lo creamos, aunque no nos guste o no los aceptemos.
Nuestra responsabilidad es hacer oraciones, plegarias, súplicas y levantar las manos limpias al cielo y con un corazón agradecido.
Así que, si queremos mejores líderes, si queremos vivir en paz y queremos una vida mejor en la sociedad, entonces, oremos y pidamos a Dios especialmente por todo el liderazgo en autoridad en la sociedad.
Tiempo para meditar.
¿Cuál crees que es tu parte para vivir en paz en tu esfera dentro de la sociedad?
¿Has orado por los gobernantes y lideres de influencia?